Nombre del proyecto: mjs-d-perros-asistencia-judicial
Tipo de proyecto: Declaración
Autor: Diputada María José Sanz
Coautores:
Bloque: Unión Cívica Radical
Tema: “LA HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS DE LA PROVINCIA DE MENDOZA vería con agrado que el Poder Judicial de la Provincia de Mendoza arbitre los medios necesarios a fin de que se implemente el “sistema de perros de asistencia judicial”.
Nº de Expediente:
Fojas:
Fecha de presentación:
mjs-d-perros-asistencia-judicial
Fundamentos
Honorable Cámara:
El presente proyecto de declaración tiene por objeto procurar la implementación del sistema de “perros de asistencia judicial” en el ámbito del Poder Judicial de la Provincia de Mendoza, especialmente en los tribunales de familia y penales.
Esta iniciativa se basa fundamentalmente en la utilización exitosa de esta herramienta de trabajo en el Tribunal de Familia Nº 1 de Santiago de Chile, con resultados obtenidos altamente favorables y comprobados, tomando como base el trabajo de campo efectuado por la Abogada Paulina Martínez que presenció una jornada laboral con perros de asistencia judicial, facilitada por la Juez Titular del Juzgado Nº 1 de Familia de Santiago de Chile, Alejandra Valencia, pudiendo ser parte de la experiencia in situ, cuyas fotografías se adjuntan al siguiente proyecto.
En nuestro país, cabe destacar que se ha pronunciado favorablemente por la implementación de los perros de asistencia judicial, Gabriela Arias Uriburu, quien a través de la Fundación “Foundchild” viene trabajando fuertemente en nuestro país en la defensa del interés superior del niño.
A los efectos del presente proyecto, es importante destacar que:
Un perro de asistencia judicial es un perro profesionalmente entrenado para proporcionar apoyo emocional a todas las personas que participan o acuden al sistema judicial, especialmente menores víctimas de delitos sexuales, o violencia intrafamililar.
Su función es acompañar a niñas, niños, adolescentes y adultos en las audiencias reservadas ante los jueces. Es un servicio gratuito, que se solicita ante la Unidad de Atención al Público del Tribunal respectivo. Especialmente, este servicio funciona a requerimiento del juez, si considera que en un caso concreto es necesaria por la trascendencia de las cuestiones objeto de debate en el proceso judicial, sobre todo cuando intervienen menores en aras de la defensa del interés superior del niño. Es un servicio más de los juzgados.
Son perros que han pasado por un largo proceso de selección y entrenamiento a cargo de entrenadores profesionales. En el caso puntual de Chile, este proceso ha estado a cargo de la Corporación Bocalán Confiar, que importó desde Estados Unidos el programa de perros de asistencia judicial o Courthouse dogs, creado por Courtdogs Foundation en 2003.
En el tribunal, cuando hay involucrados menores, el perro es un elemento de apoyo para que el niño emocionalmente se encuentre mejor. No es activo, pero sí juega un papel muy importante. Simplemente se queda con el menor, apoya la cabeza sobre de su pierna o le pone la pata encima durante todo el proceso. Están entrenados para ser como estatuas. No intervienen, sólo están presentes y permiten que el niño les toque o abrace a demande.
Los perros de asistencia judicial no son sólo para el niño, sino que constituyen una herramienta para el fiscal y el Juez. En efecto, son una herramienta para los miembros del sistema judicial, que permite lograr una declaración más detallada y veraz, que lógicamente afectará el fallo judicial, al obtener la mayor cantidad de información de la manera menos dañina y traumática para los menores.
Se busca crear un ambiente más familiar y dejar de lado la tensión. Para ello, el perro juega con el niño tiempo antes de llevarse a cabo las audiencias, a las que lo acompañarán, ya que se encontrarán en ellas solos frente a un magistrado.
Ser menor y víctima de maltrato, abandono o que los padres se disputen su cuidado, y además responder preguntas que formula un desconocido es, claramente intimidante, pero es una realidad y diariamente son cientos los menores que deben asistir a un juzgado de familia a contar su historia. La presencia de los perros permite que los niños se tranquilicen por lo que el relato se hace más fácil. Muchos niños están más dispuestos a “hablar” con un perro más que con un adulto desconocido (Ver perros de asistencia judicial: El mejor amigo de víctimas y testigos, Revista Puertas Abiertas, Poder Judicial de la República de Chile).
En la línea argumental expuesta, el Informe titulado “Investigaciones científicas confirman que la presencia de perros de asistencia judicial reduce el estrés en humanos” (Documento proporcionado por el Primer Tribunal de Familia de Santiago de Chile, extraído de Courthouse Dogs, y traducido al español), expresa que el uso de perros en la salas de los tribunales se ha expandido rápidamente en Estados Unidos, y de ahí al resto del mundo, como un mecanismo para calmar y apoyar a las personas involucradas en los procedimientos judiciales.
Afirma el citado estudio, que existe una abrumadora evidencia científica de efectos calmantes físicos y mentales en períodos cortos y largos (Ver Wells (2009)). Respecto de efectos físicos a corto plazo: acariciar a un animal produce disminuciones de la presión arterial y/o del ritmo cardíaco (por ejemplo, Eddy, 1996; Katcher, Friedmann; Beck y Lynch, 1983; Shiloh, Sorek y Terkel, 2003; Vormbrock & Grossberg, 1988; Wilson, 1991). De hecho, estos efectos pueden verse incluso en individuos simplemente en presencia de un perro (Allen, Blascovich, & Mendes, 2002; Allen, Blascovich, Tomaka & Kelsey, 1991).
Por otra parte, también hay efectos bien documentados a largo plazo, físicos y psicológicos, incluidos efectos positivos sobre la comunicación social y la capacidad de establecer contactos sociales, la reducción de los sentimientos de soledad y aislamiento, y las mejoras en la depresión y la autoestima (Revisado en Wells, 2009).
Agrega, que participar en sala de audiencias u otros procedimientos, son posiblemente uno de los eventos más estresantes que experimenta la mayoría de la gente. La presencia de un perro criado y entrenado adecuadamente puede reducir significativamente la ansiedad asociada con estas experiencias, mejorando así la eficiencia y la calidad de todo proceso legal. (Ver James C. Ha, PhD, CAAB, Researcy Associate Professor & Certified Applied Animal Behaviorist, Department of Psychology, University of Washington).
Respecto de los antecedentes, cabe destacar que el uso de los perros de asistencia judicial fue desarrollado en Estados Unidos por Ellen O Neill- Stephens en 2003, quien promueve el uso de “perros de asistencia judicial”. Es una ex fiscal de la división criminal de Seattle, que explica el éxito de los animales en este programa judicial, pionero en el mundo. “Varios estudios científicos han probado que el contacto físico con un perro disminuye nuestra presión arterial y frecuencia cardíaca. Los seres humanos han coexistido con estos animales durante miles de años y confían en ellos para alertar del peligro. Un perro vigilante y tenso a menudo causa una respuesta física de hiper consciencia en los seres humanos, por el contrario, un perro tranquilo y relajado ofrece un mensaje tácito de seguridad y confianza”. “He sido fiscal de la división criminal de Seattle por 26 años y he presenciado el trauma emocional por el que deben pasar víctimas y testigos de delitos (Ver Revista Puertas Abiertas, cit).
En efecto, en el año 2003, en Estados Unidos, un niño bloqueado se niega a hablar con el fiscal sobre los abusos que ha sufrido a manos de su madre. Dos gemelas de siete años aguardan aterrorizadas ante la idea de testificar contra su padre frente a un juez en un caso de abuso sexual. Por los pasillos de las oficinas de la fiscalía del Condado de King (Seattle) correteaba Jeeter, un labrador rubio y sociable. Entonces una fiscal algo frustrada y atascada ante el silencio de los menores tiene una idea: presentar al perro a los traumatizados pequeños y dejarles pasar un tiempo con él. Los menores juegan con Jeeter media hora en una sala. Mimos, risas, amistad. El experimento surte efecto, el estrés remite. Junto al animal las víctimas se abren, hablan y proporcionan a la fiscal suficiente información para presentar cargos contra los acusados. Durante el testimonio de los niños, Jeeter no hace más que estar presente, les acompaña en su declaración, se sienta junto a ellos, a veces pone la cabeza en su regazo mientras los pequeños lo acarician. El uso de perros en el sistema penal ocurría por primera vez de manera no oficial. Jeeter era el perro de asistencia de Sean, el hijo mayor de Ellen O Neill Stephens, que fue diagnosticado al nacer con parálisis cerebral, lo que lo hacía incapaz de caminar, usar las manos o hablar, pero Jeeter un profesional entrenado para asistir a personas con discapacidad, cambió su vida. Una vez a la semana, Ellen se llevaba el perro al trabajo mientras su hijo permanencia con un cuidador social. Por aquel entonces ella era la fiscal del Tribunal de Drogas Juveniles del Condado de King. Ellen no tardó en darse cuenta de las capacidades de aquel labrador (neutralidad y energía positiva) para reducir la tensión en la atmosfera hostil de un tribunal, y enseguida sintió la necesidad de poner el concepto en marcha de forma organizada.
En 2.008 la ex fiscal de Seattle se asoció con la veterinaria Celeste Walsen y juntas crearon Courthouse Dogs Foundation. Desde entonces, esta organización sin ánimo de lucro capacita a todo tipo de profesionales inmersos en el sistema legal acerca de cómo los perros de asistencia judicial (courthouse dogs) pueden ayudarles en la investigación y enjuiciamiento de delitos u otros procesos legales, acompañando a los menores durante el complejo trago de testificar ante un juez.
Pronto la idea se extendió a los sistemas judiciales de Canadá y Chile.
En el caso puntual del Primer Juzgado de Familia de Santiago de Chile, ya referido, a cargo de la Dra. Alejandra Valencia, quien implementó el proyecto. Allí, trabaja una perra labradora llamada Peseta, acompañada de su hija (Rayén), que tiene oficina propia, cumple horario y vacaciones. Su tarea es apoyar emocionalmente a los niños que tienen que prestar declaración en las causas que por ante ese tribunal se tramitan: juega con ellos y los acompaña para que puedan responder a las preguntas de los jueces sin la tensión propia de este tipo de trámites procesales.
Peseta se llama así porque nació en España. Tenía sólo 2 meses cuando llegó a Chile, donde continuó su educación en la Corporación Bocalán Confiar. Desciende de una larga línea genética de labradores seleccionados y criados por generaciones para ser entrenados profesionalmente. Antes de ser perro de asistencia judicial trabajó en terapias asistidas con animales de la Teletón. Dentro de la elite de perros criados y entrenados de forma profesional por Bocalán es considerada una perra “top” y por eso en sus ocho años de vida se ha convertido en la madre, abuela y bisabuela de todos los perros que Bocalán Chile está entrenando para asistir a personas con discapacidad física, diabetes o a niños con autismo.
Empezó a trabajar en el tribunal en enero de 2.010, autorizada por una resolución de la Corte de Apelaciones. Peseta es solicitada, en promedio, 16 veces al mes para acompañar a adultos mayores, personas con discapacidad, mujeres embarazadas, adolescentes y, sobre todo, a niñas y niños. Como funcionaria más, Peseta tiene labores definidas, un horario -lunes de 9.30 a 12.30 de la mañana, uniforme de trabajo, vacaciones y licencias por enfermedad y llega acompañada por sus entrenadoras y su hija Rayén, que seguirá sus pasos. Su oficina propia está junto a las salas de audiencia, y aparece en la foto institucional del primer Juzgado de Familia. La magistrada de este juzgado, Alejandra Valencia, aclara: “No es una mascota, es un perro profesional y así lo tomamos nosotros. Su presencia ha reducido mucho en estrés que se vive en los tribunales. En las fotos institucionales los funcionarios suelen aparecer muy serios, pero en la foto con Peseta, la energía es otra, todos estamos sonriendo”. (ver http://www.paula.cl). “La presencia de esta labrador ha permitido audeincias más cortas, menos traumáticas. Y a pesar de todo, los niños y jóvenes se llevan un mejor recuerdo de su paso por tribunal” (Ver Revista Puertas Abiertas, Poder Judicial de Chile, cit).
En el 2009, Cecilia Marré, directora de Bocalán fue la encargada de poner en marcha este programa en un país, con altísimos índices de delitos sexuales.
La directora de Bocalán Chile, en un artículo publicado “El perro que es asistente judicial”, (ver www.paula.cl, cit.,) manifiesta que:
“Peseta tiene la capacidad de estar muy activa y conectada con un niño, pero cuando entra a la sala de audiencia sabe que tiene que desconectarse totalmente para no producir ningún tipo de distracción.
“Peseta tiene un temperamento excepcional. Otros perros con su misma crianza y línea genética no logran el nivel de expertise de ella en su trabajo con niños. Por eso fue elegida para trabajar en el Juzgado de Familia. Es una perra que tiene carisma, te invita a acercarte, un don que no todos los perros lo tienen, Además, su color negro favorece su trabajo en un ambiente formal con abogados de turno.
Al ser labradora, tiene lo que se describe como “temperamento adolescente”, es decir, altamente motivada por aprender durante toda su vida. Por predisposición genética, Peseta tiene una genuina voluntad de complacer y disfruta la interacción con el ser humano más que con otros perros. De hecho, odia sentirse como un perro más y como profesional “premium”, ella tiene privilegios, como irse a dormir a la casa de alguno de sus entrenadores en las noches, y no en la sede de Bocalán junto a otros perros. Además, fue entrenada por profesionales en aprendizaje animal y ciencias del comportamiento para no reaccionar negativamente frente a otros estímulos.
Para trabajar profesionalmente en un tribunal ella tiene que ser capaz de sobreponerse a olores extraños, ruidos, texturas, a caminar en lugares resbalosos como pasillos y oficinas, que no están acondicionados para un perro y ascensores. Tiene que acostumbrarse a ser acariciada y tocada constantemente por desconocidos, algo que lo perros no disfrutan mucho. En todo esto a Peseta se la educó desde el día que nació.
La sala de audiencias del primer Juzgado de Familia es una instancia crítica, porque el entrenador no está presente y Peseta entra con un niño al que conoció hace media hora. Nadie le está dando ningún tipo de información al perro más que el ambiente donde está. Por eso su educación tuvo mucho énfasis en discriminatorios ambientales, con técnicas de refuerzos positivos. Sin castigos. Elegimos a Peseta porque tiene esa versatilidad maravillosa que necesitamos. Puede estar muy activa y conectada con un niño, pero cuando entra a la audiencia sabe que tiene que desconectarse y no producir ninguna distracción. Incluso, cuando se arman peleas entre familiares, se queda tranquila junto al niño. La predictibilidad de su comportamiento la hace un perro profesional.
Cuando un niño va a un lugar cargado de tensión, como puede ser una declaración en un tribunal, su sistema nervioso reacciona liberando mediadores químicos como adrenalina y noradrenalina, aumenta la frecuencia cardíaca, la presión sanguínea, hay sudoración y miedo, todas reacciones reflejas que le dan la percepción de que está en una situación de peligro. Lo que hacemos a través de ciertos ejercicios con el perro, es generar una interacción potente con el niño y eso produce efectos fisiológicos beneficiosos: baja la presión sanguínea y la frecuencia cardíaca, se calma la respiración. Es decir, compiten dos percepciones ambientales: una de peligro y otra de tranquilidad. Si el perro se vincula con el niño, exitosamente, podemos anular o disminuir la respuesta de miedo.
El problema es que, muchas veces, los menores ni siquiera quieren hablar. Se trabaja en obtener relatos de niños con edades entre los dos 2 y los 17 años, y en términos generales, los resultados tras implantar el programa son realmente asombrosos. En un 90% de los casos en los que se emplean perros se obtienen relatos. Recabar toda esta información implica que los jueces sean capaces de resolver con mayor justicia el caso.
Es muy importante el relato pero también que los niños no salgan de la experiencia judicial más dañados de lo que ya vienen, de cualquier modo el beneficio es amplio. Es un proceso más eficiente y justo para investigadores y jueces, y menos traumático para las víctimas o testigos.
Más del 70% de las llamadas que recibe aquí la policía se deben a problemas de violencia intrafamiliar, asociados normalmente con delitos sexuales, indica.
Según la jueza Alejandra Valencia, “Ver familias felices haciéndose fotos a la salida de una audiencia era algo impensado. ¿Quién quiere acordarse el día que tuvo que ir al Juzgado? Peseta ha logrado transformar una experiencia traumática en un recuerdo bonito.
Como un ejemplo que resume la importancia de contar con perros de asistencia judicial, se puede mencionar el rol que juegan en los casos de delitos de abuso sexuales cometidos a menores.
En efecto, ilustra muy detalladamente esta situación, el artículo publicado en España en el periódico 20 minutos, titulado “Como puede un perro ayudar a investigar y juzgar un caso de abuso sexual a menores”, que dice que: “Uno de cada cinco niños europeos es víctima de algún tipo de violencia sexual, según dados del Consejo de Europa. En el 80% de los casos los abusos son cometidos por personas integradas en la vida de los menores, individuos de su entorno más cercano, gente en la que confían.
“Los abusadores suelen ser del entorno familiar, por eso los niños tienen la sensación que están traicionando al adulto si lo cuentan, al tratarse de una persona cercana y bien reconocida socialmente, ellos sienten que se están chivando, creen que lo malo lo están haciendo ellos, y en parte por eso les cuesta tanto hablar de algo tan difícil y doloroso”, asegura Margarita García Marques, psicóloga de la Asociación para la Sanación y la Prevención de los Abusos Sexuales en la Infancia (ASPASI).
El ambiente de un juzgado en un proceso por abusos supone para los niños una situación hostil. El reto no sólo es hacer justicia, sino también humanizar todo el proceso judicial. Se trata de prevenirles una segunda victimización (revictimización) a través de un proceso policial y judicial que pueda suponerles un nuevo trauma.
Con este doble objetivo, desde hace años se desarrolla en varios países del mundo este programa de perros de asistencia judicial, que ha demostrado que la presencia de estos animales tranquiliza a los niños, entregándoles apoyo emocional a la hora de testificar.
En Estados Unidos, país en el que como se expresara, nace el “Sistema de Perros de Asistencia Judicial”, el documento titulado “Legal Support for the Use of a Courthouse Facility Dog to Assist Testifying Crime Victims and Witnesses: A Review of the Evidence Rule, Case Law, and State Statutes” reúne antecedentes de perros de asistencia judicial en ese país.
A. Court s Authority - (Evidence Rule 611- Regla de Evidencia 611). Dispone que el juez de primera instancia es responsable del control y la administración del juicio y está investido con amplia discreción para desempeñar esta función. El tribunal ejercerá un control razonable sobre el modo y el orden de interrogar a los testigos y presentar pruebas para: a) Hacer que el interrogatorio y la presentación de testigos sean efectivos para determinar la verdad, b. Evitar el consumo innecesario de tiempo, y c. Proteger a los testigos de acoso o vergüenza innecesaria.
B. Facility Dog Case Law. (Casos judiciales con Perros de Asistencia Judicial).
Estate v. Dye 283 P.3d 1130, (Was. App Div. 1, agosto de 2012)
Resumen: En este caso de Washington, el acusado Dye apeló su condena por robo residencial. La víctima en el caso era un hombre adulto con discapacidades de desarrollo significativas. En el juicio, el Estado obtuvo permiso para permitir que un perro de asistencia judicial del tribunal llamado "Ellie" se sentara a los pies de la víctima durante el testimonio. El jurado fue instruido para ignorar la presencia del perro. El caso fue apelado por el acusado, sosteniendo que su derecho a un juicio justo se vio comprometido porque la presencia del perro indujo incorrectamente la simpatía del jurado, lo alentó a inferir la victimización y dio a Lare un incentivo para declarar ante la fiscalía. En oportunidad de rechazar los argumentos del acusado, el tribunal concluyó que el derecho al debido proceso estaba satisfecho y la defensa realizó un "interrogatorio exhaustivo" de Lare. Además, la Corte encontró que no había ningún regalo a Lare y la compañía temporal del perro no restringió el interrogatorio en este aspecto. La Corte de Apelación consideró que el tribunal de juicio equilibró los intereses, encontrando que el perro era "muy discreto" y que "no estaría tumbado en su regazo". La corte no encontró ningún perjuicio para el acusado de la presencia del perro, especialmente a la luz de las instrucciones del jurado para ignorarla.
Otras decisiones de la Corte de Apelación:
People v. Spence, 212 Cal. App. 4th 478, 151 Cal. Rptr. 374 (2012) California
People v. Tohom, 109 A.D.3d 253, 969 N.Y.S.2d 123 (2013) New York.
State v. Devon D., 150 Conn. App. 314, 90 A.3d 383 (2014) Connecticut.
People v. Chenault, 2014 WL 3568562 (Cal. App. 2014) California.
C. Legislación de Arkansas. (Courthouse Dogs Child Witness Support Act- Facility Dog - 2015- Texto completo disponible en http://www.arkleg.state.ar.us/acts/2015/Public/ACT957.pdf).
La Ley 957 de Arkansas, es una Ley que regula el apoyo que deben brindar los perros de asistencia judicial a niños que intervienen en procedimientos penales ante la Corte.
D. Legislación del Estado de Illinois. (Código de Procedimiento Criminal de 1963 Seccion 106B -10: Perros de Asistencia Judicial -2015). El texto completo de la ley puede ser encontrado en http://ilga.gov/legislation/publicacts/fulltext.asp?Name=099-0094 Sec. 106B -10.
Establece las condiciones para el testimonio de una víctima que es un niño o una persona mentalmente discapacitada (moderada, severa o profundamente). También para todos los delitos de agresión o abuso sexual de niños. (Ver para ampliar: http://www.dailyherald.com/article/20150721/news/150729752/).
E. Otros casos análogos de utilización de perros de Asistencia Judicial respecto de testimonios de niños:
• Holmes v. United States, 171F.2d 1022 (D.C. Cir. 1948) (allowing 9-year old to sit on mother's lap).
• State v. Johnson, 528 N.E.2d 567 (Ohio 1986) (allowing 8-year old to sit on aunt's lap).
• Baxter v. State, 522 N.E.2d 362 (Ind. 1988) (allowing 9-year old to hold hand of support person).
• Soap v. State, 562 P.2d 889 (Okla. Crim. App. 1977) (allowing 7-year old to hold hands with support person).
• Review the National District Attorney Association list of Presence of Support Persons for Child Witness Compilation of Legislation, Session Laws and Codified Statutes (2010), available at http://www.ndaa.org/pdf/Presence%20of%20Support%20Persons%20for%20Child%20Witnesses%202010.pdf.
• Smith v. State, 119 P.3d 411 (Wyo. 2005) (15-year old allowed to hold teddy bear)
• State v. Cliff, 782 P.2d 44 (Idaho Ct. App. 1989) (8-year old holding doll upheld)
• State v. Hakimi, 98 P.3d 809 (Wash. Ct. App. 2004) (7-year old allowed to carry a doll)
• Review the National District Attorney Association list Comfort Items case law http://www.ndaa.org/pdf/Comfort_Items_11_7_2014.pdf
La fundadora de Courthouse Dogs Foundation aporta cifras que avalan el éxito de su programa en el primer país que lo puso en arca. En Estados Unidos, ya hay más de 114 perros de asistencia judicial que trabajan en 33 estados ayudando a miles de personas. Hasta la fecha, cuatro estados del país han aprobado incluso leyes propias que autorizan el uso de estos animales profesionales para asistir a menores que deben testificar contra sus presuntos agresores”.
En España, Raquel Sánchez, decana y jueza de Primera Instancia e Instrucción del nº 6 en Colmenar Viejo (Madrid), es partidaria de cualquier elemento que facilite interrogatorio de menores, y “siempre será mejor un perro que un muñeco. Aunque hay que valorar cada caso por separado: no es lo mismos los niños muy pequeñitos de tres o cuatro años que los adolescentes y no todos están igual de traumatizados”. En cualquier caso, Sánchez asegura que el objetivo es “que no hagamos más víctimas al menor por pasar por el juzgado. Para todo el mundo es muy traumático asistir a un juicio, para un niño más, por eso la idea es introducir algo que convierta la experiencia en algo bonito y lúdico es tan importante”. “El testimonio de estos menores sería más veraz, menos condicionado por el miedo, serían niños más sinceros y eso contribuye a la justicia material, a que se descubra la verdad de lo que pasó. Este tipo de delitos son dificilísimos porque se producen en la intimidad, por eso si el niño ha realizado su declaración en un ambiente relajado siempre será más veraz que si está en tensión”. Agrega que la presencia del animal junto al niño “sería interesante y muy útil en la fase previa, que el perro estuviera con la psicóloga forense y el menor durante la declaración grabada (la más importante). Esto es la prueba preconstituida q que se hace antes del juicio, se graba y tiene el mismo valor que si se hubiera hecho ante el juez. En realidad es la parte esencial, el momento clave en el que necesitamos la mayor sinceridad por parte de la víctima porque la idea es que el niño declare solo una vez, por eso se graba. Se pretende evitar con esto que el menor tenga que asistir a juicio y repetir una vez más su declaración pero, sobre todo, que entre en contacto con el agresor”.
En Madrid, los pioneros en probar el programa de estas características fueron los profesionales de la empresa Dogtor Animal. Tras entrar en contacto con la estadounidense Ellen O Neill -Stephens, decidieron poner en marcha una iniciativa piloto limitada a varios juzgados de la capital. En el verano de 2014, se firmó un convenio de colaboración con la Comunidad de Madrid para trabajar con perros y menores en dos Juzgados de Familia de Madrid. A los dos años, se habían realizado un total de 120 acompañamientos a menores. (Diario 20 minutos).
Por lo expuesto anteriormente, solicito a mis pares acompañen con su voto positivo el presente Proyecto de Declaración.
Mendoza 28 de marzo de 2017
mjs-d-perros-asistencia-judicial
PROYECTO DE DECLARACION
LA HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS DE LA PROVINCIA DE MENDOZA
DECLARA:
ART. 1º - LA HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS DE LA PROVINCIA DE MENDOZA vería con agrado que el Poder Judicial de la Provincia de Mendoza arbitre los medios necesarios a fin de que se implemente el “sistema de perros de asistencia judicial”, en los procesos llevados por ante los Juzgados de Familia y Penales de todas las circunscripciones judiciales de la provincia, en los que se realicen audiencias con intervención de niñas, niños y adolescentes, y en aquellos otros casos en que por su trascendencia el magistrado actuante así lo considere. También podrán ser requeridos por fiscales, funcionarios judiciales y abogados del niño, niña o adolescente.
Art. 2º - De forma.
Honorable Cámara de Diputados
Provincia de Mendoza