Promueven la regulación de aguas termales y minerales

La diputada Marisa Garnica (FdT) dio detalles sobre una iniciativa de su autoría que busca “regular, ordenar y fomentar el aprovechamiento de las aguas minerales y termales cuyo lugar de alumbramiento se sitúe dentro del ámbito territorial de la Provincia de Mendoza”.

La diputada dijo en el ciclo En Cámara, que “es la Provincia quien debe regular el ordenamiento legal” de lo referido al agua, según determina la Constitución de Mendoza. Además, Garnica recordó lo importante que es el trabajo con el agua para que Mendoza pueda gestionarse.

“No es poca cosa cuidar y regular las aguas minerales y termales”, indicó, y sumó que esas aguas “son bien de toda la comunidad; no sólo de la comunidad actual, sino de las generaciones venideras”.

La legisladora hizo hincapié en “que tengamos las reglas claras, tanto los consumidores como los grupos empresarios que se ocupan de la explotación, producción, envasado y distribución de estas aguas termales”.

La autora del proyecto insistió en que las aguas termales y minerales son un bien de dominio público y que “nuestra intención es que todos puedan acceder en la medida de sus necesidades”.

Garnica expresó que “es necesario  destacar  la importancia que tiene saber cuáles son las normas de juego, tanto el Estado para el control, como las empresas que realizan la explotación” y, en ese sentido, que apunta la iniciativa.

El proyecto busca clasificar las aguas en “aguas minero-medicinales” que  son aguas superficiales o subterráneas alumbradas natural o artificialmente que por su composición y, en su caso, por su temperatura poseen  propiedades terapéuticas susceptibles de ser utilizadas en establecimientos balnearios en el área de emergencia o como aguas envasadas; “aguas minero-industriales” que permiten el aprovechamiento racional de las sustancias que contengan y “aguas minerales naturales” que son aquellas aguas bacteriológicamente sanas que tengan su origen en un estrato o depósito subterráneo o que broten de un manantial en uno o varios puntos de alumbramiento naturales o artificiales y por cuyo contenido en minerales, oligoelementos y otros componentes, produce en el organismo efectos favorables complementarios de las funciones fisiológicas, sin poseer necesariamente propiedades terapéuticas. Esta clasificación obedece a estándares universales.

Otro aspecto de la iniciativa es que pretende regular la comercialización de aguas que no emerjan en Mendoza.

“Nosotros queremos favorecer a las aguas minerales mendocinas en un contexto mendocino, trabajar en función de cuidar nuestro producto para que sea rentable para quienes emprenden y accesible para los mendocinos y mendocinas”, subrayó Garnica.

“Sabemos que las aguas termales y minerales de Mendoza son de muy buena calidad y son naturales”, finalizó la diputada. 

 


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