Como cada año, este 1 de Mayo quedará inaugurado el periodo de Sesiones Ordinarias en la Legislatura de Mendoza. En esta oportunidad, la fecha se enmarca en el 40 aniversario de la recuperación de la democracia en el país. Para rememorar ese momento, entrevistamos al primer presidente de la Cámara de Diputados, José Duranti, quien asumió en el cargo a fines de 1983.

“El clima era en general para la población de todo el país; fueron unos comicios donde la gente iba con alegría a depositar su voto y se esperaba mucho. Se esperaba mucho de los gobiernos constitucionales después de una larga, larga noche”, inició la entrevista para el ciclo En Cámara.

Duranti, consideró que “República en nuestro país, siempre existió, entre comillas. Pero República democrática, prácticamente en muy pocas oportunidades. Fueron muy pocos años los que vivió la Argentina en una República democrática. Eso cambió y aún perdura, con todo lo que algunos sectores políticos o lo que la ciudadanía pueda pensar de los gobiernos democráticos, por suerte perdura”.

“Pepe”, como se lo recuerda, asumió en la Presidencia de Diputados en noviembre de 1983, y dijo respecto a la primera Asamblea de asunción del entonces gobernador Santiago Felipe Llaver, que “ estaba todo repleto, los palcos, la bandeja, afuera, había un entusiasmo enorme y recuerdo con especial emoción ese día. Éramos plenamente conscientes de la responsabilidad que nos tocaba asumir y había que responder a ella. Ese acto fue realmente emocionante. La actitud de la juventud que había concurrido masivamente y predominaba dentro de la multitud. La alegría propia de esa muchachada militante de tantos años que habían sufrido todo tipo de penurias”.

En relación a los partidos políticos que en aquél momento estaban representados en las bancas, sostuvo que “los partidos supieron mantener una línea de conducta, de austeridad, sabiendo que estábamos de paso. Fue muy importante ver que esa línea de conducta prevalece entre nosotros hoy”.

“Ninguno de los diputados había tenido un cargo político anterior. No teníamos experiencia previa ni en un Concejo. Generalmente los dirigentes políticos van haciendo el aprendizaje, desde un Concejo, diputado, senador, intendente, de manera tal que al llegar al Ejecutivo vienen con una preparación. En este caso no lo hubo. Ni el personal había quedado listo para iniciar las actividades. Esa Asamblea fue trascendente”, acotó.

En la misma línea, contó que “los diversos bloques siempre tenían las puertas abiertas, no había un protocolo rígido, y eso es una característica de todos los partidos que componían la Legislatura provincial. La gente llegaba y era atendida, sin audiencia”

Por otra parte, afirmó que “el temor siempre existía” a que volviera a perderse la vida democrática, “lógicamente éramos conscientes de esa situación y teníamos ese temor. Por suerte el presidente Raúl Alfonsín estaba muy firme en esa situación. Dentro de su plataforma, manifestaba que las Juntas que habían sacado una Ley de autoamnistía, decía que ni loco firmaría un indulto. Acá había que restablecer la justicia y que cada uno fuera responsable por los hechos cometidos. Y eso lo cumplió acabadamente. Y las Fuerzas Armadas no lo digerían. Además fijó una línea de conducta. Siempre estuvo amenazado por estas cuestiones”.

Además, “viendo la situación de Latinoamérica, era verdaderamente desastrosa. No se afirmaba el concepto de la democracia. Predominaba mucho autoritarismo. Era muy inestable la situación, pero además teníamos el problema de la situación mundial que tampoco estaba estabilizada. Acá sufríamos las consecuencias de cuestiones ajenas al país, que se generaban afuera. Por suerte la democracia no decayó en ningún momento, con todos sus defectos y dificultades, pero es lo mejor para la Nación argentina”.

Hablando hacia el futuro, Duranti anheló que “la ciudadanía elija a los representantes de los partidos políticos, pero convencida que tienen un programa y que votan para que se aplique ese programa. Sólo ahí estaremos hablando de un país soberano. A la democracia hay que seguir defendiéndola. Una República que verdaderamente se precie de ser democrática, es porque tiene también una ciudadanía democrática, con pensamiento democrático y dentro de ese pensamiento hasta los extremos pueden coexistir”.

La primera Cámara de Diputados allá por 1983

“Reunida la Cámara, elije en su primera sesión sus autoridades. En la provincia, los diputados y senadores duran cuatro años en sus mandatos, renovable cada dos, había que sortear a quién lo tocaba en esa primera instancia estar cuatro años y quién dos”, dijo, detallando que 24 diputados – la mitad de la composición del Cuerpo - que habían ingresado en el 83, dejaron sus bancas dos años después.