La comisión de Hacienda y Presupuesto, que preside Jorge López (UCR), dio despacho en mayoría a una iniciativa que propone un “Sistema de Etiquetado de Eficiencia Energética” para viviendas, que ya contaba con dictamen favorable de la comisión de Economía.
La iniciativa es de Jorge Sosa (UCR), quien indicó que se han incorporado al proyecto diversos aportes de organismos de la provincia que han considerado muy importante una iniciativa de estas características. "EMESA (Empresa Mendocina de Energía) tiene convenios con Nación en este sentido" indicó Sosa, siendo una de las instituciones que sumó colaboraciones. "Como las viviendas generan para su confort un cierto gasto de energía", la idea central del proyecto es que las categorías vayan desde las letras A, a la G, similar a la categorización de los electrodomésticos. Mencionó también que en algunos lugares del mundo, ya se clasifica con AA y hasta AAA.
El diputado Sosa sostuvo que el objetivo fundamental es "disminuir el consumo energético, y cambio cultural", y que para ello se ha pensado en beneficios impositivos y/o tributarios para quienes logren ciertas categorías. Además, al incorporar el "compromiso ambiental" se da lugar a otras acciones que no se relacionan directamente con el ahorro energético sino que colaboran en el cuidado del ambiente, como por ejemplo: el tratamiento de aguas cloacales, la reutilización del agua, la mantención de jardines o la plantación de un árboles, entre otros.
Según la iniciativa, se dispone un sistema de Etiquetado de Eficiencia Energética de inmuebles destinados a vivienda, así como a cualquier uso para los que se definan oportunamente metodologías y reglamentación. Este Sistema se aplicará a inmuebles existentes o en proyectos de construcción, a fin de clasificarlos según su grado de eficiencia en el requerimiento global de energía primaria, ligado a condiciones normalizadas de utilización, mediante una Etiqueta de Eficiencia Energética, que tendrá vigencia de diez años.
A su vez, en la norma se define como energía primaria a “las distintas fuentes de energía en el estado que se extrae o captura de la naturaleza, sea en forma directa como la energía hidráulica, eólica, solar u otras, o indirecta derivada de un proceso de extracción o recolección de la misma como petróleo, carbón mineral, uranio, biomasa entre otras.
Se establece asimismo, el índice de Prestación Energética (IPE) como la cantidad estimada de energía primaria que demandaría la normal utilización de dicho inmueble durante un año y por metro cuadrado, satisfaciendo las necesidades asociadas a calefacción invernal, climatización estival, agua caliente sanitaria e iluminación, teniendo en cuenta la localización geográfica del inmueble y elementos pasivos, características de la envolvente, aportes solares, ventilación natural sistemas o elementos activos, instalaciones de calefacción, sistemas de aire acondicionado, sistemas de ventilación forzada y sistemas de iluminación artificial, entre otros, según los niveles de confort establecidos por las mejores prácticas vigentes y estándares internacionales.
El IPE será un valor numérico, se medirá en las unidades que se determinen en la reglamentación y servirá como indicador del grado de eficiencia energética de un inmueble y, en función de su valor, se establecerá la categorización de eficiencia energética del mismo. “En los supuestos de que el inmueble a etiquetar utilice de manera activa un recurso energético renovable o aumente la eficiencia energética de equipos de climatización mediante el aporte geotérmico, la fracción de energía generada para autoconsumo, cualquiera sea su forma, siempre será referenciada a energía primaria y será contabilizada a fin de reducir el valor del IPE”, detalla el articulado.
La Etiqueta de Eficiencia Energética de Viviendas será un documento en el que figurarán, como mínimo, los datos catastrales del inmueble, el valor del IPE del mismo y la clasificación correspondiente expresada en una escala de letras de siete categorías nomencladas desde la letra “A” hasta la letra “G”
En otro orden, la propuesta incorpora el Compromiso Ambiental, como la “adopción de medidas que propendan a preservar el medio ambiente a través de la forestación de jardines, sistemas de acopio de aguas de lluvia, sistemas de reutilización de aguas grises, tratamiento de desagües cloacales con biodigestores y los que determine la autoridad de aplicación”.
Además, se establece un Índice de Compromiso Ambiental, “cuya finalidad es propender al cuidado del Medio Ambiente y a la adopción de sistemas que mitiguen los efectos adversos de las viviendas en el mismo. El Índice de Compromiso Ambiental (ICA) podrá ser complementario al IPE”.
La iniciativa, invita a los municipios a adherir; contempla campañas de difusión y concientización, y beneficios impositivos en lo concerniente al impuesto Inmobiliario, conforme lo proponga la autoridad de aplicación.